Pies fríos

La causa de los pies fríos puede ser tener un cuerpo alto y delgado.  También lo puede originar el estrés o la ansiedad. La causa más común es  debida a una deteriorada circulación sanguínea y un limitado flujo. Los  pies fríos también acompañan a las personas que sucumben fácilmente a las emociones. Este sentimiento es generalmente transitorio  y pasa, cuando el cuerpo se calma.

El tabaco también contribuye en la contracción de los vasos sanguíneos, por lo tanto, las personas que fuman mucho pueden notar en algún momento de que sus pies se hacen más fríos y cada vez son menos resistentes al frío. La nicotina hace que los vasos sanguíneos se contraigan, esto conduce a  problemas de  circulación. En consecuencia, las piernas de los fumadores son más sensibles a los cambios de temperatura. Este tipo de síndromes de pies fríos no son peligrosos para la salud y generalmente no requieren tratamiento.

¿Cómo se puede combatir los pies fríos?

Si la frialdad periférica de los pies no es causa ni indicio de ninguna enfermedad, simplemente tenemos que poner más atención al cuidado de los mismos. Primero de todo,  los fumadores deben decir adiós al tabaco. Si los pies son propensos a la frialdad periférica, debemos protegerlos del frío en el interior y exterior. Cuando haga frío, los cubriremos con unas buenas botas de suela gruesa , calcetines calientes y transpirables, evitaremos siempre caminar descalzo por el suelo frío.

Los pies propensos a frialdad periférica no deben entrar en el contacto con la humedad, especialmente cuando haya bajas temperaturas en el ambiente, hay que tener mucho cuidado para que los pies no suden con el calzado. Hay que masajearlos todos los días con cremas con efecto calor, las que llevan las vitaminas y manteca de kárite (ej. La crema de efecto calor para el invierno SheFoot). En la dieta no pueden faltar platos que den calor, bajos en grasa. Los mejores aliados serán las verduras, las frutas y especies picantes- jengibre, canela, pimienta, rábano.

Cuando los pies fríos comienzan a ser molestos, podemos intentar aumentar la flexibilidad de los vasos sanguíneos a través de baños. Primero mantenemos los pies en remojo durante un minuto en agua fría y luego cambiamos a agua caliente, repetiremos esta acción unas cuantas veces. El ejercicio físico ayuda a mantener correcto flujo sanguíneo y a evitar riesgos.

Causas comunes de los pies fríos:
• Estrés y ansiedad
• Enfermedades cardiovasculares y de sistema respiratorio
• Congelación
• Tabaquismo
• Medicamentos (como algunos anticonceptivos)
• Presión (calzado o calcetines muy apretados e incómodos)
• Mantener posiciones incómodas (por ejemplo, durante largas horas de trabajo en el ordenador).