Durezas (callosidades)

Son más extensas, ocupan más porción de piel y están más endurecidas que los callos, tienen un color amarillento. Generalmente aparecen en los plantares y en los talones.

Muchas durezas y callos aparecen en los pies por culpa de un calzado no apropiado. Si las durezas se renuevan regularmente en los mismos sitios verifique si los culpables no son los zapatos. Si no puedes mover los dedos, hay muchas posibilidades de que los has elegido inadecuadamente. Las durezas también aparecen en los plantares como el resultado de llevar zapatos de tacón alto. Si las callosidades aparecen y no es debido al efecto de calzarse inadecuadamente, las causas de su aparición pueden estas provocadas por la construcción del pie. En estos casos se debe utilizar plantillas especiales.

Si pasas muchas horas durante el día en superficies planas, duras o bien pasas muchas horas con zapatos muy oprimidos, tus pies están particularmente propensos a la aparición de durezas. En estos casos se recomienda la óptima hidratación de la piel con la crema apropiada incluso 2 veces al día, además,  llevar calcetines o plantillas especializadas sería ideal. Para evitar la aparición de durezas se debe exfoliar la piel regularmente. La forma de hacerlo es libre: esponja-raspacallos, piedra pómez, peeling…  Tú eliges.

Si en la piel de tus pies han aparecido durezas difíciles o bien simplemente no tienes paciencia para limarlo puedes ir a un salón de pedicura donde para la exfoliación mecánica de las durezas van a usar el torno de manicura y pedicura.